De la autora de Hechizo de Luna. Novela finalista del Premio Literario Amazon 2016
Creo que mi pareja me pone los cuernos. En serio me escribes a las siete de la mañana para darme semejante noticia. ¿Cuánto bebiste en la cena, mujer maravilla? No bebí, xmen. Y te escribo ahora porque me voy a investigar si mis suposiciones son ciertas. Estoy muy triste y enojada. Ojalá estuviera allí para abrazarte.
Después de un accidente que casi le costó la vida, Cleo regresa al pueblo que la vio nacer. No solo tiene heridas físicas. También le han roto el corazón. “No quiero más hombres en mi vida” se ha convertido en un mantra que repite a diario porque no va tropezar dos, tres veces con la misma piedra. El problema es que en el pueblo se encuentra con Lucas, su amigo de la infancia y la juventud, que está tirando por tierra su mantra con su espontaneidad y esa especial forma de ser que la dejan temblando. Y también se ha enamorado de una fantasía, que se hace llamar xmen, y al que conoce desde hace cinco años por aquel mensaje que, por error, le mandó al móvil cuando estaba más borracho que una cuba. ¿Cómo es posible? ¿Qué va a hacer? ¿No puede quedarse con los dos?
De la autora de Hechizo de Luna. Novela finalista del Premio Literario Amazon 2016
Creo que mi pareja me pone los cuernos. En serio me escribes a las siete de la mañana para darme semejante noticia. ¿Cuánto bebiste en la cena, mujer maravilla? No bebí, xmen. Y te escribo ahora porque me voy a investigar si mis suposiciones son ciertas. Estoy muy triste y enojada. Ojalá estuviera allí para abrazarte.
Después de un accidente que casi le costó la vida, Cleo regresa al pueblo que la vio nacer. No solo tiene heridas físicas. También le han roto el corazón. “No quiero más hombres en mi vida” se ha convertido en un mantra que repite a diario porque no va tropezar dos, tres veces con la misma piedra. El problema es que en el pueblo se encuentra con Lucas, su amigo de la infancia y la juventud, que está tirando por tierra su mantra con su espontaneidad y esa especial forma de ser que la dejan temblando. Y también se ha enamorado de una fantasía, que se hace llamar xmen, y al que conoce desde hace cinco años por aquel mensaje que, por error, le mandó al móvil cuando estaba más borracho que una cuba. ¿Cómo es posible? ¿Qué va a hacer? ¿No puede quedarse con los dos?