Narra la historia de Remigio Morales, escritor español exiliado en México tras la guerra civil, dejando en España esposa e hijos. Remigio visita a un amigo en Francia y concierta un encuentro en la frontera con su hijo, al que hace veinte años que no ve. A su encuentro en Francia con su viejo amigo, viejas espinas y pesares que nunca se esfumaron saldrán a relucir.
Max Aub publica esta novela breve (o relato largo) durante su exilio en México, siendo un texto escrito desde la rabia (como él mismo declara en una carta a Serrano Poncela), tras leer el artículo del ABC de Sevilla del 9 de marzo de 1961, en el que se glorifica la figura de Queipo de Llano por el décimo aniversario de su muerte. Con este relato, Aub trata de denunciar el olvido de las víctimas masacradas por Queipo de Llano en Sevilla mediante un relato breve que aúna dos tipos de olvido: parte del olvido y la desesperanza de los exiliados para llegar al olvido de las víctimas, una denuncia hacia la reescritura de la historia por parte de los vencedores, y un lamento de los vencidos que, en boca del narrador lamentan que: "Nadie sabe lo que fuimos, menos lo que somos".
Narra la historia de Remigio Morales, escritor español exiliado en México tras la guerra civil, dejando en España esposa e hijos. Remigio visita a un amigo en Francia y concierta un encuentro en la frontera con su hijo, al que hace veinte años que no ve. A su encuentro en Francia con su viejo amigo, viejas espinas y pesares que nunca se esfumaron saldrán a relucir.
Max Aub publica esta novela breve (o relato largo) durante su exilio en México, siendo un texto escrito desde la rabia (como él mismo declara en una carta a Serrano Poncela), tras leer el artículo del ABC de Sevilla del 9 de marzo de 1961, en el que se glorifica la figura de Queipo de Llano por el décimo aniversario de su muerte. Con este relato, Aub trata de denunciar el olvido de las víctimas masacradas por Queipo de Llano en Sevilla mediante un relato breve que aúna dos tipos de olvido: parte del olvido y la desesperanza de los exiliados para llegar al olvido de las víctimas, una denuncia hacia la reescritura de la historia por parte de los vencedores, y un lamento de los vencidos que, en boca del narrador lamentan que: "Nadie sabe lo que fuimos, menos lo que somos".