Pieza coral basada en la tragedia de Ranquil, ocurrida en 1934 tras el alzamiento campesino en la zona del Alto Bío Bío que terminó en una masacre a causa de la violenta represión ejercida por la fuerza pública. Los inquilinos del lugar protestaban en defensa de las tierras que les habían sido usurpadas y junto a obreros de Lonquimay se levantaron contra la amenaza de desalojo, pero fueron contenidos por batallones de la policía. La cifra de muertos no llegó a establecerse, aunque se estima que fueron centenares. El episodio permanece en el relato oral y durante la década de los ‘60 fue investigado por Isidora Aguirre, quien se trasladó a la zona, se entrevistó con sobrevivientes y descendientes de las víctimas, y reunió documentación. Motivada por las tensiones que generaba la Reforma Agraria de la época y las marchas campesinas en desarrollo, escribió la obra empleando recursos del teatro épico de Bertolt Brecht. Con el título citó –además- un pasaje de “La guerra revolucionaria”, de Ernesto Che Guevara, que aludía a quienes habían muerto en pro de la revolución cubana. La pieza se abre con una alusión a una marcha de 1969, que lleva a Mama Lorenza a recordar a sus tres hermanos que participaron en el alzamiento de Ranquil y a relatar a su nieto algunos pasajes del movimiento que derivó en tragedia. Las vistas del pasado y del presente de los campesinos se cierran con una canción que interpela al espectador.
Pieza coral basada en la tragedia de Ranquil, ocurrida en 1934 tras el alzamiento campesino en la zona del Alto Bío Bío que terminó en una masacre a causa de la violenta represión ejercida por la fuerza pública. Los inquilinos del lugar protestaban en defensa de las tierras que les habían sido usurpadas y junto a obreros de Lonquimay se levantaron contra la amenaza de desalojo, pero fueron contenidos por batallones de la policía. La cifra de muertos no llegó a establecerse, aunque se estima que fueron centenares. El episodio permanece en el relato oral y durante la década de los ‘60 fue investigado por Isidora Aguirre, quien se trasladó a la zona, se entrevistó con sobrevivientes y descendientes de las víctimas, y reunió documentación. Motivada por las tensiones que generaba la Reforma Agraria de la época y las marchas campesinas en desarrollo, escribió la obra empleando recursos del teatro épico de Bertolt Brecht. Con el título citó –además- un pasaje de “La guerra revolucionaria”, de Ernesto Che Guevara, que aludía a quienes habían muerto en pro de la revolución cubana. La pieza se abre con una alusión a una marcha de 1969, que lleva a Mama Lorenza a recordar a sus tres hermanos que participaron en el alzamiento de Ranquil y a relatar a su nieto algunos pasajes del movimiento que derivó en tragedia. Las vistas del pasado y del presente de los campesinos se cierran con una canción que interpela al espectador.