Como decía Elizabeth Bishop, su suave o armado hermetismo no extirpa la discurisivdad confesional, la voz órfica no excluye a la voz lógica, ni viceversa. Parafraseando a Octavio Paz, diríamos que leerla es un placer -verbal y mental- tanto como una experiencia espiritual...
Como decía Elizabeth Bishop, su suave o armado hermetismo no extirpa la discurisivdad confesional, la voz órfica no excluye a la voz lógica, ni viceversa. Parafraseando a Octavio Paz, diríamos que leerla es un placer -verbal y mental- tanto como una experiencia espiritual...