"Memonio", terapeuta maldito, impecablemente confrontado y amorosamente cabrón, nos invita con su ejemplo a pasar una tempora en los infiernos. A tener la valentía de mirar de frente la propia locura y a sostenerse en las tinieblas con la única brújula del coraje de la transparencia. Nos presenta su credo, y al más puro estilo Borgiano, también se manifiesta con fuerza y congruencia. Este manifiesto sacude nuestra conciencia, cuestiona, confronta. Nos recuerda que "el terapeuta es como un viejo que ya recorrió el camino... Sus arrugas, sus heridas son como cicatrices visibles pra el paciente. Se convierte en experiencia palpable"
"Memonio", terapeuta maldito, impecablemente confrontado y amorosamente cabrón, nos invita con su ejemplo a pasar una tempora en los infiernos. A tener la valentía de mirar de frente la propia locura y a sostenerse en las tinieblas con la única brújula del coraje de la transparencia. Nos presenta su credo, y al más puro estilo Borgiano, también se manifiesta con fuerza y congruencia. Este manifiesto sacude nuestra conciencia, cuestiona, confronta. Nos recuerda que "el terapeuta es como un viejo que ya recorrió el camino... Sus arrugas, sus heridas son como cicatrices visibles pra el paciente. Se convierte en experiencia palpable"